30.11.10

EL RINCÓN DE LOS RECUERDOS

"Los derechos humanos son el conjunto de características y atributos 
propios del ser humano derivado de su dignidad, 
por lo que no pueden ser afectados o vulnerados. 
Sin ellos las personas no pueden existir 
ni llevar una vida propiamente humana, 
por tanto, es imprescindible que los Estados y sus leyes 
los reconozcan, los difundan, protejan y garanticen.”  
Biblioteca del Congreso Nacional de Chile

Por Celia Bravo

Los derechos humanos son vitales para la existencia del ser humano en la actualidad. Todos tenemos derechos a ellos, sea quien sea, ya que no interfiere el status social, inclinación sexual o innumerables características de la persona. Todos poseemos los mismos derechos, sólo por el hecho de ser humanos  y, a su vez, estos deben ser respetados bajo cualquier mandato o gobierno.

Sin embargo, durante la dictadura militar del General Augusto Pinochet, fueron torturadas, asesinadas y  exiliadas miles de personas.  Se violaron desmesuradamente los derechos de la gente; algunas de estas sin tener conocimientos y otras teniéndolos, pero sin poder actuar para defenderse.

Hoy en día, la democracia ha vuelto al país, pero aún persiste la lucha por la libertad de expresión, los detenidos desaparecidos, los conflictos con pueblos indígenas, la calidad de la educación y, por supuesto, la consideración de los derechos humanos para todas las personas. Esta postura se puede claramente fundamentar con la creación de nuevos espacios destinados a la libre expresión, como el Museo de la memoria y los Derechos Humanos que es, sin duda, un ambiente dedicado a todos los chilenos y chilenas que vivieron la desgarradora experiencia que fue el régimen militar.

Este lugar consta de una peculiar arquitectura y museografía que impacta a cualquier visitante  que se atreva a indagar en estas verídicas historias. En la Plaza de la Memoria, ubicada en el frontis del Museo, se encuentra sumergida la obra del artista Alfredo Jaar Geometría de la Conciencia, que logra involucrar a los espectadores y hacerlos parte de sí misma.

Caminando por sus salas cargadas de saber y sentimientos, se logra constatar y vivir por momentos todos aquellos sentimientos expresados en las cartas de condolencias, testimonios o a veces el miedo, dolor o traumas que la gente sufrió tras largos momentos de inhumana tortura.

El objetivo del museo, se puede interpretar como el llamado a la reflexión sobre este proceso, a crear conciencia y una memoria nacional. A respetar y aprender a escuchar las vivencias de otras personas, ya que es así como se construye la historia.

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